
En la Provincia se tenía la necesidad de una CASA DE REPOSO, un lugar sereno donde las hermanas mayores y con dificultad en la salud pudieran vivir sosegadas, con más momentos de oración, fraternizar sin estar sujetas a los horarios de las casas con obras y servicios específicos.
Siendo Provincial Sor Ana Inmaculada Quaglia en el año 1971, se puso mano a la obra con la construcción de un local apropiado en un ángulo del terreno de la Congregación.
Es así que el 1º de mayo de 1972 se inauguró y bendijo la casa, que fue ocupada por 9 hermanas, quienes fueron poco a poco adaptándose y comprender el nuevo estilo de vida y misión que el Señor les ofrecía: servir con alegría desde esta nueva experiencia sosteniendo con su oración la vida y tarea de sus Hermanas en las diversas comunidades, el mundo y por la Iglesia, así ofrecer sus sacrificios haciendo suyas las obras de la Provincia y del Instituto entero.


